LOS NOMBRES VIENEN DE ORIENTE
Del Mediterráneo, en sus riberas,
los puertos se abastaron de pan, ideas, plata o aceite,
mercancías con el valor del sol,
pobre oro…
De los puertos fenicios, entonces en paz,
partían letras a occidente:
con la cara del buey, la “A”,
Con la planta de una casa, la “B”,
y surcaban el canoso mar
pateras cargadas de alfabeto
No fue la primera
ni la última vez que desde oriente
acude la magia:
la historia empieza en Sumer,
dicen los libros,
porque en las lejanas tierras de Samarra y Halaf
eran diosas la tierra y las mujeres.
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Gonzalo Barrena